Norbert Lechner (1939-2004) fue un destacado cientista social, de origen alemán, que pasó la mayor parte de su vida y su carrera en Chile, donde ejerció como director de la Facultad de Ciencias Sociales, FLACSO, para luego desempeñar un rol clave en la elaboración de los Informes sobre Desarrollo Humano, muy influyentes en el debate público, del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, PNUD.
Como teórico político y social de temperamento escéptico, Lechner intentó librarnos de las ilusiones del pasado y del presente. Convencido de la necesidad de secularizar la política, criticó el redentorismo mesiánico de la izquierda y su sed de absoluto. Paralelamente, alertó sobre los escollos del conformismo, relevando las formas de despolitización asociadas al neoliberalismo y a la naturalización de un orden social contingente, a la vez que intentaba desmontar el dispositivo psicosocial del autoritarismo y evidenciar sus larvados modos de sobrevivencia en la sociedad chilena post-transicional. Tampoco se privó de cuestionar las presunciones del saber tecnocrático que inhibía la participación ciudadana en la discusión pública.
Para Lechner, teorizar implicaba permanecer a la escucha con la intención de captar e interpretar los indicios menos evidentes pero más reveladores del estado de ánimo de la sociedad y de la salud de la democracia. En el fondo, concebía la teoría como una forma de inteligencia cívica. En una época de “crisis de paradigmas”, de pérdida de señales de orientación, de caducidad de los “mapas mentales” del pasado, Lechner propició la elaboración de estrategias novedosas para cartografiar la esquiva realidad social del mundo contemporáneo.
Su gran tema de investigación fue la construcción de una sociedad democrática capaz de asimilar y procesar las fracturas históricas del golpe militar, a fin de recuperar un marco de posibilidades más amplio, que dejara atrás las inhibiciones derivadas de las experiencias traumáticas del pasado. En este sentido, Lechner profesó el compromiso intelectual con los problemas de la polis, poniendo de manifiesto el valor público de las ciencias sociales a la hora de discernir los retos de la democracia. Entendió como pocos que la solidez de la misma no se reducía a una adecuada ingeniería institucional, a la pulcritud de los procesos electorales, o a un régimen efectivo de libertades públicas y derechos individuales. Sabía que no bastaba con eso para desarrollar una cultura ciudadana con altos niveles de adhesión afectiva a los valores y procedimientos de la democracia. La democracia que ambicionaba, y a cuya comprensión se aplicó, se distinguía por rescatar la “dimensión subjetiva de la política”.
Los principales libros de Lechner son:
“La conflictiva y nunca acabada construcción del orden deseado”, 1984.
“Los patios interiores de la democracia”, 1988.
“Sombras del mañana”, 2003.